Las
giberelinas son fitorreguladores presentes en todas las especies de
plantas superiores estudiadas, presentándose en cantidades variables en
los diferentes órganos de las plantas. En la actualidad han sido
descritas e identificadas químicamente más de 90 giberelinas aisladas de
tejidos vegetales, siendo la mejor conocida el denominado ácido
giberélico (GA3) producida por el hongo Gibberella fujikuroi.
La
aplicación de tratamientos con ácido gibérelico (GA3) en cereza está
fuertemente implementada en las diversas regiones mundiales cerezeras
con la finalidad de mejorar la calidad de los frutos, otorgando una
mayor viabilidad para su manipulación y conservación.
Los principales efectos descritos por la aplicación del ácido giberélico en cerezas son: incremento de la firmeza de los frutos (Choi et al., 2002; Clayton et al., 2006; Facteau et al., 1985; Facteau et al., 1992; Kappel and MacDonald, 2002), ralentización del proceso de ablandamiento (Choi et al., 2002; Facteau et al., 1992), ralentización del desarrollo del color de los frutos (Facteau et al., 1985; Modlibowska and Wickenden, 1982), mayor acidez (Choi et al., 2002; Kappel and MacDonald, 2002), ralentización de la madurez y fecha de recolección (Choi et al., 2002; Facteau et al., 1985), incremento del tamaño del fruto (Kappel and MacDonald, 2002; Lenahan et al., 2006), y reducción de los daños mecánicos y de la incidencia de enfermedades durante la postcosecha de los frutos (Looney and Lidster, 1980).
Como tratamiento convencional se recomienda una sola aplicación de GA3, a concentraciones entre 10 y 20 ppm (mg/l), tres semanas previas a la fecha de recolección.
(Lenahan
et al., 2006) en 2006 observan que tratamientos a concentraciones
superiores a la recomendada, de 50 y 100 mg/l de GA3, podrían ser
aplicados para disminuir la carga de sucesivas cosechas en cultivares
altamente productivos.
En 1985 (Facteau et al., 1985) analizan la aplicación de múltiples aplicaciones (1-3) de GA3 a concentraciones entre 10 y 50 ppm.
en los cultivares Bing y Lambert, observando un aumento de la firmeza y
del peso de los frutos y un retraso de la maduración y coloración de
los frutos por la aplicación de los tratamientos, con una relación directa entre dosis de aplicación y firmeza de los frutos.
En 2002, (Kappel and MacDonald, 2002) también analizan el efecto de
múltiples aplicaciones de GA3 en la variedad Sweetheart, concluyendo la no existencia de beneficios por la utilización de las aplicaciones múltiples,
observando en los frutos tratados con GA3 un incremento en firmeza, así
como mayor acidez y tamaño que la fruta no tratada. Del mismo modo,
observaron que tratamientos de
GA3 a concentraciones de 30 ppm, superiores a las recomendadas, dieron
lugar a frutos con tamaño inferior que los tratados a concentraciones de
20 ppm.
En
2002, (Choi et al., 2002) analizan el efecto de las aplicaciones con
GA3 a 20 mg/l en variedades tempranas, media estación y de recolección
tardía, observando en todas ellas un incremento de la firmeza de fruta a
la recolección, disminución de la velocidad de ablandamiento y
ralentización de la madurez, por 5-8 días, en aquellos cultivares
tardíos, sin observarse este efecto en los cultivares de maduración
temprana. La fruta tratada con GA3 tenía una mayor concentración de
acidez titulable, pero no tenía efecto sobre el contenido en sólidos
solubles.
Para
un determinado grado de coloración en recolección, los tratamiento con
GA3 incrementan significativamente el tamaño y la firmeza de los frutos,
siendo superior el contenido de sólidos insolubles en alcohol y menor
el contenido en nitrógeno por unidad de peso fresco y seco (Looney and
Lidster, 1980). El incremento en firmeza por la aplicación del ácido
giberélico en cerezas parece ser debido a la regulación que expresa el
GA3 sobre las enzimas hidrolíticas de pared celular poligalacturonasa y
pectinestersa en estos frutos, ralentizando así su ablandamiento
(Andrews and Shulin Li, 1995). Este efecto sobre la firmeza se tradujo
en una disminución del marcado superficial de los frutos en los
cultivares ' Van' y ' Lambert', siendo este efecto más palpable sobre la
punteaduras que sobre las magulladuras (Looney and Lidster, 1980).
Literature Cited
Andrews,
P.K. and Shulin Li. 1995. Cell wall hydrolytic enzyme activity during
development of nonclimacteric sweet cherry (Prunus avium L.) fruit. J.
Hortic. Sci. 70(4):561-567.
Choi, C., P.A. Wiersma, P. Toivonen, and F. Kappel. 2002.
Fruit growth, firmness and cell wall hydrolytic enzyme activity during
development of sweet cherry fruit treated with gibberellic acid (GA3). Journal of Horticultural Science & Biotechnology 77(5):615-621.